En el post de semanas anteriores hablábamos de la historia del oro y cómo ha evolucionado el material más codiciado a lo largo de los años. Por eso, en esta ocasión hemos querido traeros información sobre qué tipo de oro existe. Así, podrás saber cuál se adapta mejor a ti y a tus gustos, ¡comenzamos! Una de las características que clasifican el oro es su color: amarillo, blanco, rosa u rodinado.
Aunque tradicionalmente la orfebrería ha trabajo con el oro amarilla, la mezcla con otros metales hace que ese oro pueda cambiar de color. El color amarillo es su tonalidad propia por excelencia del oro, ya que cuando se extrae de la naturaleza aparece con esta tonalidad. También conocido con el nombre de oro noble, su color no cambia con el paso del tiempo ya que los efectos de la oxidación no le afectan.
En el caso del oro blanco se consigue a través de la mezcla entre oro amarillo con metales blancos como serían el rodio, zinc o níquel. Es por ello que las cualidades y características de esta variedad serán distintas en función de la mezcla de metales que contenga. No es lo mismo el rodio, el zinc o el níquel. Uno de los colores que se ha puesto de modo últimamente es el rosa. Su tonalidad proviene de la mezcla entre oro y cobre, de modo que cuanto mayor sea el porcentaje de cobre que contenga la pieza, más rosa será su apariencia.
Uno de los oro menos conocido por su nombre pero que sí vemos en algunas piezas de gran calidad es el oro rodinado que se obtiene al realizar un baño electrolítico de oro blanco o platino de rodio, lo que aporta un mayor brillo al oro.