La inestabilidad es uno de los factores que más hace tambalear la economía y la guerra en Ucrania está generando una gran inseguridad que hace caer la bolsa, los bitcoins… todo menos el oro que sigue brillando inalterable.
Las tropas rusas estaban invadiendo Ucrania mientras el oro alcanzaba su máximo histórico: el kilo de oro alcanzó los 56.460 euros. Una valor histórico ya que hasta ese momento, el oro había conseguido su récord el pasado 27 de julio de 2020, cuando se alcanzó 55.150 euros el kilo. Mientras que las bolsas se desplomaron el pasado jueves, el oro no descendía significativamente.
El viernes el mercado se cerraba con el kilo de oro a 53.460 euros. Una semana antes se pagaba a 50.773 euros, una cifra que, no obstante, ya era alta. Por tanto, mientras que los valores volátiles se desploman, el oro se mantiene firme y en escalada en su valor estratégico y seguro. Cada vez son más los que apuestan por la estabilidad y puertos más seguros para su capital y por eso apuestan por el oro frente a los grandes perdedores que han sido las acciones y bonos rusos, al igual que el rublo. El oro se vuelve a erguir como pilar seguro mientras que el mundo parece desestabilizarse.
Por su parte, el oro se benefició de su reputación como puerto seguro en tiempos de crisis. Su precio ya había subido, pese a las expectativas de que la Reserva Federal elevara las tasas de interés, y ha vuelto a repuntar ahora. El oro llegó a cotizarse a más de 1.700 euros por onza, el máximo nivel registrado desde 2020, en el peor momento de la pandemia. Por lo que la subida actual del oro que ha significado el conflicto armado ni se esperaba ni se imaginaba por ningún experto. Lo que sí está claro y a la conclusión que llegan los expertos económicos es que el oro siempre brillará por encima de otros valores y será el valor más seguro para invertir como capital.